Cuando un niño o una niña demuestra impulsividad frecuente, no siempre se trata de un trastorno como el TDAH. Las conductas impulsivas son comunes en diferentes edades y etapas de maduración. Lo importante es saber cómo controlar la impulsividad en la infancia, sin alarmarse ni etiquetar.
Consejos para ayudar a tu hijo a dominar sus impulsos
1. Supervisar su comportamiento
Observa si la impulsividad es ocasional o constante. Explícale con calma que sus acciones pueden causar problemas, y deja claro que no es un problema él o ella, sino una conducta que podemos trabajar juntos.
2. Buscar ayuda profesional
Si tras tu apoyo ves que la impulsividad persiste, no dudes en consultar a un especialista. Un profesional puede ofrecer estrategias y acompañamiento adecuados.
3. Estrategias prácticas para el día a día
- Control de interrupciones: Si interrumpe conversaciones, pídele que levante la mano y espere permiso.
- Descarga de energía: Si hay conductas agresivas, recurre al deporte u otras actividades físicas.
- Reflexión consciente: Fomenta que se pregunte qué pasó, cómo se sintió y por qué reaccionó así.
4. Ejercicios de respiración
Practíquenlos en familia como un juego diario. Estos ejercicios ayudaran a dominar el estrés y la impulsividad.
5. Validar los avances
Cada vez que controle un impulso, reconócelo y elógialo. El refuerzo positivo fortalece el autocontrol.
6. Hablar sobre emociones
Fomenta el diálogo sobre cómo se siente. Comparte también tus propias emociones para normalizar la conversación. Ejemplo:
“¿Estabas enfadado en la mesa porque querías ser el primero al comer?”
7. Anticipar los momentos críticos
Cuando notes que está a punto de perder el control, adelántate: nómbrale lo que siente y las posibles causas.
8. Enseñarle a pedir ayuda
Muéstrale que puede solicitar un respiro o un espacio para tranquilizarse antes de reaccionar.
9. Relajación en familia
Cuando llegan las “oleadas emocionales”, ofrece un momento de calma conjunta para respirar y “resetear”.
10. Dar ejemplo
Tu comportamiento es el modelo principal. Practica la moderación emocional para que te imite de forma natural.
11. Usar refuerzos no materiales
Los privilegios (elegir la película, salir antes al parque, elegir el postre…) son formas poderosas de reforzar la conducta positiva y consolidarla.
Controlar impulsividad no es una meta inmediata, es una habilidad que se construye con paciencia, ejemplo y reconocimiento. Si te ha servido este artículo, compártelo o déjame un comentario. Estoy aquí para ayudarte.
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