Muchas veces, los niños van con cuentos o mentiras de uno a otro hasta conseguir lo que quieren y esto no solo pueden hacerlo con los padres, sino también con los amigos o con los profesores.
La manipulación es algo que se aprende y, muchas veces, los padres no nos damos cuenta que somos nosotros mismos los que les estamos enseñando a hacerlo. A veces, lo hacemos cuando les compramos un juguete para detener o parar una rabieta, para demostrarles que les queremos o incluso para conseguir que el niño obedezca o cumpla todas nuestras expectativas. «Si sacas buenas notas, tendrás la bici». ¿Te suena esta frase?
¿Cómo podemos frenar estos comportamientos? Ten en cuenta que los niños no manipulan si ven que no da buen resultado. Sin embargo, si ven que se cumplen sus propósitos es cuando creen que hacerlo implica ganarse el favor o el afecto de la persona que tienen al lado.
¿Por qué manipulan los niños?
- Se sienten impotentes y no saben hacerlo de otro modo para conseguir algo.
- Se han visto ofendidos y se están vengando.
- No saben tolerar la frustración.
- No saben colaborar con otras personas para encontrar soluciones.
¿Qué podemos hacer?
- Los niños manipulan porque saben que si lo hacen conseguirán lo que quieren. No debemos permitir que lo consigan. Tenemos que aprender a decir NO en serio y de forma firme.
- Cuando nos damos cuenta de que nos están manipulando podemos simplemente decirles que se calmen y con un gesto cariñoso explicarles que no vamos a ceder ante sus estrategias.
- Es importante llamar a las cosas por su nombre: «Me da la impresión de que intentas manipularme pero es mejor que nos sentemos a buscar otras soluciones». Utilizar la amabilidad y la firmeza, las veces que sea necesario, hasta que él o ella entienda que ese es el único lenguaje posible.
- Si utilizan: «Mamá me ha dicho que tú me ibas a dejar hacerlo». En ese momento, podemos decir: «Hablaré con mamá y cuando tengamos clara la respuesta, hablaremos contigo».
- Explicar las consecuencias cuando se intenta manipular y lo importante que es encontrar otras formas mucho más satisfactorias para conseguir relacionarse con respeto.
- Si tu hijo/a ya te ha manipulado intenta tranquilizarte en vez de reaccionar de forma brusca.
- Es bueno establecer rutinas para que cada uno tenga claro lo que tiene que hacer en casa y nadie intente manipular a nadie.
- No debemos olvidar que cuando piden las cosas con honestidad y franqueza es cuando deben obtener una recompensa clara ante estas conductas.
- Es importante que ellos entiendan que sus emociones y lo que necesitan es importante para sus padres y que pueden conseguirlo sin manipular.
- Deben aprender la tolerancia a la frustración. Para ello hay que entender que la manipulación no va a llevarles a conseguir lo que buscan.
- Y no olvidemos darles ejemplo: debemos ser auténticos y estar dispuestos a pedir abiertamente las cosas, arriesgándonos al NO como respuesta. Con ello, les estamos enseñando que deben aprender a resolver los problemas con el diálogo y de forma clara y frontal.
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