La adquisición del lenguaje es uno de los grandes logros del niño que pasa de emitir sonidos incomprensibles a tener un lenguaje perfectamente desarrollado, sin ningún método establecido sino como un proceso natural. En el desarrollo del lenguaje los padres son los modelos y los maestros que enseñan a hablar a los hijos, sobre todo durante los primeros años de vida en los que son como esponjas.
¿Cómo estimular a mi hijo para que empiece a hablar?
En el estímulo del habla es fundamental el papel de los padres, ya que éstos le hablan constantemente al niño desde que nace. Cuando está con ellos, cuando le cambian el pañal, en el momento de la comida, del baño, en un paseo… Con ello, el niño irá aprendiendo poco a poco sin darse cuenta, ya que sus padres le irán nombrando repetitivamente las cosas por su nombre, imitará sus sonidos y eso irá estimulando al bebé. Además, si acompañamos con gestos muchas de las palabras, eso ayudará al niño a memorizar mejor.
Por este motivo, es importante el tipo de lenguaje, el tono y la actitud de los padres cuando se dirigen a su hijo. Cuanto más ricas sean las conversaciones con los bebés, con los niños y entre los padres, mayor será el estímulo en el aprendizaje del habla.
Los niños suelen comenzar a hablar entre los 15 y los 18 meses pero no hay reglas fijas, ya que influyen muchos factores a nivel de desarrollo y los padres tienen que tener paciencia.
Hay que tener en cuenta que el niño comienza entendiendo las palabras pero no puede hablar y lo hará cuando esté preparado. No es bueno presionarle ni que los padres caigan en situaciones de impaciencia o exigencia. Debemos seguir hablándole de forma natural y con un lenguaje adecuado. Hay que dedicarle el tiempo necesario para escucharle mientras balbucea, repetir sus sonidos para animarle a que siga haciéndolo o corregir con cariño las palabras incorrectas.
¿Qué hacer ante las primeras palabras de tu hijo?
Cuando el niño emite sus primeras palabras, y lo hace de forma incorrecta, no conviene perpetuar esas palabras por lo graciosas que son. Debemos volver a repetírselas de forma correcta sin que el niño se sienta juzgado. Con ello, irá poco a poco aprendiendo a pronunciarlas mejor.
Como padres no debemos dejar de hablar a nuestro hijo, explicándole cosas desde pequeño, tanto si no hablan como si empiezan a hablar o cuando ya mantienen conversaciones con adultos. Esta actitud, más adelante, cuando sean mayores será muy beneficiosa para ellos. También es conveniente que cuando ya habla les empecemos a hacer muchas preguntas. Con ello, le acostumbraremos a que se explique y estimule su memoria a corto y a largo plazo. El juego también se puede convertir en nuestro aliado con el lenguaje.
Y es que el objetivo final es que nuestros hijos se comuniquen correctamente y que los demás les comprendan para poder comunicarse bien con ellos.
Tips para ayudar a tu hijo en la adquisición del lenguaje
- No hay que presionarle para que pronuncien perfectamente. Ellos lo irán haciendo según sus posibilidades y de forma progresiva.
- Cuando el niño es pequeño, imitar los sonidos del niño como: tata, brr… Es bueno para que él lo escuche y se sienta estimulado a volver a repetirlo e imitarlo.
- También es bueno acompañar el sonido con gestos. Si se cae algo «pum», si ven un gato «miau», si algo huele mal «puff»…
- Es importante darle tiempo y la atención necesarios, animarle a emitir sonidos y palabras.
- Es necesario repetir los sonidos o las palabras que el niño ha emitido de forma incorrecta con una voz suave pero de forma correcta. Con ello, le animamos a que la vuelva a repetir de forma correcta.
- A medida que crece, no es bueno seguir imitándole sino que será él quien te imite a ti, mientras escucha cómo te expresas.
- Los padres son un ejemplo para que el niño correctamente pero no se le debemos corregir constantemente.
- Los fallos irán desapareciendo solos al seguir escuchando hablar de forma correcta a los padres.
- Hay que corregirle sin hacerle sentir mal, sin gritar y sin avergonzarle, respetando siempre su ritmo
- Cuando diga una palabra mal, sonríe con aprobación y repítesela correctamente.
- No debemos animarle a seguir usando las palabras incorrectas porque nos resulten graciosas.
- Los padres deben propiciar las condiciones necesarias para que vaya mejorando su lenguaje poco a poco, a través del estímulo desde pequeño.
- No te impacientes si pronuncia mal, tartamudea o vacila, sobre todo entre los dos y los cuatro años.
- No le presiones. Debe sentirse aceptado, eso le dará confianza.
- Sé comprensivo y apóyale.
¿Cómo mejorar su vocabulario y lenguaje?
Cuando los niños ya están empezando a evolucionar en su lenguaje, el papel de los padres sigue siendo primordial. Por tanto, a medida que nuestro hijo va creciendo también los progenitores deben aprender a escucharle con paciencia porque su lenguaje está evolucionando y quizás tardará más tiempo del habitual en formar las frases. Sin embargo, ante estos hechos no se debe caer en la tentación de terminar las palabras o frases por ellos, ya que podemos frenar la capacidad expresiva del niño.
Debemos estar presentes para sus dudas o para largas conversaciones y poco a poco ir enseñándoles otras habilidades. Por ejemplo, que no pueden interrumpir las conversaciones de los padres, pero a su vez es importante que se sientan escuchados.
En ocasiones, pueden surgir dificultades en la adquisición del lenguaje, y en estos casos puede ser aconsejable consultar a un especialista.
Cuéntame si tienes dudas o dificultades sobre la adquisición del lenguaje de tu hijo, aquí o en mis redes sociales !