Castigo o consecuencia lógica ¿Realmente son diferentes?

Existe una delgada línea que diferencia la consecuencia lógica del castigo. Precisamente, se trata de un tema sobre el que los padres me realizan muchas consultas. Por tanto, en este post voy a intentar explicar en qué consiste cada una y cuál es la diferencia entre ambas.

En ocasiones, intentamos disimular el castigo llamándolo «consecuencia lógica», pensando con ello que esta consecuencia es una forma moderna de llamar a lo que siempre ha sido un castigo, donde podemos imponer una serie de exigencias a nuestros hijos que ellos viven como un castigo real.

¿Qué es el castigo?

Según la Real Academia de la Lengua, el castigo es una pena que se le impone a una persona que ha cometido una falta o delito. Si nos lo llevamos a nuestra temática, podríamos definir el castigo como una acción impuesta que provoca desagrado y que tiene como objetivo corregir o eliminar una conducta inadecuada. 

Aunque no lo creamos el castigo sigue estando muy arraigado en la educación de los niños. ¿Cuántos de nosotros recordamos algún castigo que nuestros padres nos impusieron y que incluso, a día de hoy, consideramos injusto?

Y es que cuando castigamos a los niños, ellos pueden reaccionar de formas diversas:

  • No volviendo a repetir esa conducta por miedo o porque piensan que no valen nada y que todo lo hacen mal. Esto puede, incluso, llevar a los niños a convertirlos en personas adictas a la aprobación de los demás porque, sin esta aprobación, pensarán que no son lo suficientemente buenos.
  • Escondiendo futuras conductas similares a sus padres para que no les pillen.
  • Considerando el castigo injusto y pensando cómo vengarse. 

Por tanto, con el castigo no trabajamos la conducta inadecuada para que entiendan que la tienen que modificar, sino se que se les impone o se les avergüenza. En estas condiciones, los niños seguirán portándose de forma incorrecta y, en cuanto puedan, se vengarán por haber recibido una serie de castigos, evitarán el contacto cercano y perderán confianza en los padres.

¿Qué son las consecuencias lógicas?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que existe una gran diferencia entre las consecuencias lógicas y las consecuencias naturales.

En las consecuencias naturales no hace falta que intervengamos los padres,  ya que los niños reciben las consecuencias directas de lo que hacen. Pongamos varios ejemplos:

  • Si se olvidan del abrigo –> pasarán frío.
  • Si se olvidan del bocadillo –> pasarán hambre.

Y desde luego, en estos casos, lo que nunca tenemos que hacer los padres es añadir coletillas como «te lo dije», sino mostrar un poco más de comprensión y empatía porque es importante que ellos sepan que nos preocupa que pasen hambre lógicamente o que pasen frío.

Cuando hablamos de consecuencias lógicas, aquí sí hace falta que intervengamos los padres y tenemos que intervenir para decidir qué tipo de consecuencia es la que vamos a aplicar, para que su aprendizaje sea útil. Pero ahora muchos dirán, ¿la consecuencia lógica no es más que un castigo un poco disfrazado? No, y ahora explicaré el por qué.

Diferencias entre el castigo y la consecuencia lógica

Cómo ya hemos dicho, existe una delgada línea entre ambas herramientas que hace que muchos padres vean las consecuencias lógicas como castigos de la era moderna.

Para que las consecuencias lógicas no se se consideren castigos tienen que tener cuatro características a las que podemos llamar las cuatro ‘R’:

  1. Relacionada
  2. Respetuosa 
  3. Razonable
  4. Revelada antes

Vamos a poner un ejemplo:

Si un niño mancha la mesa del salón con rotulador, la consecuencia lógica sería pedirle que limpie la mesa.

Relacionada: debe limpiar la mesa que ha ensuciado.

Respetuosa: se lo decimos sin humillarle y sin decirle delante de los hermanos lo mal que lo ha hecho o lo decepcionados que estamos por lo que ha hecho.

Razonable: le pedimos que limpie la mesa que ha ensuciado, no todas las mesas de la casa.

Revelada de antemano: es fácil que ya le hayamos dicho en más de una ocasión a nuestros hijos que no se pueden pintar los muebles de la casa.

Vamos con otro ejemplo sobre consecuencias lógica:

Si un niño tira un vaso de leche, la consecuencia ‘relacionada’ es que lo limpie.

«!Uy! ¿Qué crees que tienes que hacer ahora?» Si el niño/a no sabe lo que tiene que hacer es porque no le hemos informado de antemano. Entonces, de forma respetuosa, debemos explicarle que cuando se cae algo se puede limpiar. No todo el suelo de la cocina, pero sí el trocito que hemos manchado.

Estas cuatro características hacen que la consecuencia lógica sea radicalmente diferente al castigo, ya que el castigo genera:

  • Resentimiento
  • Revancha
  • Rebelión
  • Daño en su autoestima

Aunque a veces los padres piensan que los castigos son efectivos a corto plazo, no deben olvidar cuáles son las consecuencias a largo plazo. Cuando la educación es motivadora los resultados a largo plazo son mucho más valiosos y mucho más positivos.

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