¿No os pasa que nuestros hijos/as nos exigen que le llevemos en coche a todos los sitios o que les pasemos a ordenador sus trabajos? ¿Tenemos hijos/as que nos exigen demasiado?
Por un lado, todos los padres queremos que nuestros hijos/as tengan una alta autoestima pero precisamente una de las mayores causas de que esto no sea así, es que a los niños/as no se les escuche o no se les tome en serio. Por lo tanto, muchas veces nos pasamos al extremo contrario y nos convertimos en padres que hacen de demasiadas cosas por ellos/as y de esa forma se vuelven niños/as con demasiadas exigencias.
Los padres no debemos entrar en luchas de poder cuando los niños/as ya han adquirido hábitos que les han llevado a ser niños/as con demasiadas exigencias, nunca es tarde para enseñarles lo que es la cooperación en casa y el respeto.
Tips para que sean niños más independientes y autónomos
- No hay porque dejar lo que estamos haciendo para atender las peticiones o las exigencias de nuestros hijos/as y además no debemos sentirnos culpables por ello.
- Debemos demostrar respeto hacia nosotros mismos y podemos decir: «Lo siento ahora no te puedo atender pero dentro de un rato hablaremos».
- Sería un gran error enseñarles a no pensar en los demás y exigir todo lo que quieren.
- Podemos enseñarles a que ellos mismos puedan hacer las cosas que les apetece. Como por ejemplo, dejar los vasos que les gustan a su alcance para que ellos/as se sirvan o que organicen turnos con otros amigos para que cada día unos padres los lleven.
- Darles opciones limitadas: «¿Puedes servirte tu la leche o quieres que te ayude?», «¿prefieres ir en bici al partido o quieres llamar a al padre de tu amigo a ver si te lleva él? Yo os puedo recoger a los dos» «Si necesitas ayuda con los deberes dímelo antes de las siete.
- Son importantes las reuniones familiares para elaborar planes y para aclarar conceptos como: «Yo esta semana os puedo llevar en coche al colegio pero no podré recogeros, así que vamos a hablar con los padres de vuestros compañeros». «Yo te recojo del entrenamiento pero luego me tendrás que ayudar a poner la mesa».
- Hay que buscar soluciones que no dejen recaer toda la responsabilidad sobre los padres.
- Lo mejor que podemos hacer es enseñarles a ayudarse a sí mismos: darles herramientas y enseñarles habilidades para que busquen alternativas y practiquen aquellas estrategias que les van a venir bien para ganar, así, independencia.
- Trabajar en equipo con ellos/as para que adquieran estas habilidades es cuestión de tiempo.
- Cuando ya sean un poco mayores podemos decirles: «Me parece muy razonable lo que necesitas, seguro que encuentras la forma de conseguirlo». Este tipo de frases las podemos decir, sobre todo, cuando piden algo que pueden resolver ellos solos.
- Si son niños/as pequeños les podemos facilitar las cosas. Por ejemplo, dejar la leche o el zumo en la parte baja de la nevera para que accedan con facilidad.
- Enséñales a limpiar la leche que se cae o como meter luego su vaso en el lavaplatos. Hay que darles información de porque hay que limpiar la leche del suelo y porque hay que meter las cosas en el lavaplatos.
- A los niños/as hay que explicarles que los demás necesitan tiempo para ellos mismos y todo eso hay que explicárselo y mejor con antelación.
- Hay que dejar bien claro cuando estamos disponibles y que pueden esperar. Por ejemplo: «No me pidas que esté la ropa preparada si la echas a lavar en el último momento».
- Explícales que confías en ellos/as y que pueden hacerlo solos.
- Todos los niños/as aprenden que tienen derecho a querer lo que quieren, pero se sentirán mucho mejor cuando sean autónomos y respetuosos. Otras veces entenderán que sus necesidades no se pueden satisfacer y aprenderán a tolerar la frustración, imprescindible para su vida adulta.
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