Los problemas de rendimiento escolar no siempre se deben a falta de capacidad o motivación. Muchas veces, detrás de unas notas bajas o de un abandono escolar temprano, se esconden factores emocionales como la ansiedad y el estrés. Ambos estados, aunque comunes, pueden bloquear la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje de un niño o adolescente.

Como padres, a menudo nos centramos en las notas o en las técnicas de estudio, pero olvidamos que un buen rendimiento académico solo es posible si existe un equilibrio entre la salud física, social y emocional.

Ansiedad y rendimiento escolar: ¿qué relación tienen?

Cuando un niño siente ansiedad o estrés, su cerebro activa mecanismos de alerta que bloquean el acceso a la memoria y a la concentración. Es decir, puede estudiar durante horas, pero al llegar al examen, quedarse en blanco.

Emociones como la calma, la seguridad o la confianza favorecen la creación de nuevas conexiones neuronales que potencian el aprendizaje. Por eso, trabajar la educación emocional es tan importante como aprender matemáticas o ciencias.

Pilares que influyen en el rendimiento escolar

Para que un niño o adolescente alcance su máximo potencial, debe desarrollarse de forma integral:

• Salud física: ejercicio, alimentación equilibrada y descanso.
• Desarrollo social: habilidades para relacionarse de forma sana con sus iguales.
• Competencias emocionales: autoconocimiento, gestión de la frustración, autoestima.
• Desarrollo moral y valores: empatía, respeto, solidaridad.

Estrategias para reducir el estrés y mejorar el rendimiento

• Dedicar tiempo a la relajación diaria: respiración, mindfulness o yoga.
• Evitar centrar la atención solo en las notas: valorar el esfuerzo y el proceso.
• Crear rutinas de estudio claras pero flexibles.
• Potenciar actividades físicas y creativas como vías de escape al estrés.
• Pedir ayuda profesional si la ansiedad bloquea su vida escolar.

El rendimiento escolar no depende solo de cuántas horas se estudie, sino de cómo está el niño emocionalmente. Invertir en su bienestar interior es clave para que puedan dar lo mejor de sí mismos en la escuela y en la vida. Si crees que tu hijo puede estar teniendo dificultades en la escuela o instituto, cuéntame qué le sucede en comentarios o mensaje directo y veremos la forma de ayudaros!