La Terapia de Aceptación y Compromiso tiene un anclaje firme en la psicología experimental y está sustentado en una comprensión básica del lenguaje y la cognición, eso la diferencia de otras muchas técnicas. Esta terapia tiene un marcado interés en los problemas de la infancia y adolescencia, determinados por la ansiedad, ya que resulta ser muy eficaz para conseguir los objetivos terapéuticos.
El objetivo no es, en estos casos, intentar disminuir la ansiedad y los síntomas secundarios directamente, sino generar en el niño o adolescente un repertorio que le permita estar en presencia de los eventos privados que le generan la ansiedad, sin necesidad de generar conductas de evitación, lo cual conlleva un aumento dicha ansiedad.
¿Cómo trabaja ACT con la ansiedad?
ACT trabaja con metáforas y ejercicios experienciales que le ayudan al niño o adolescente a desarrollar el “yo como contexto”, con perspectiva desde la que observar sus eventos privados (pensamientos emociones y recuerdos) que le generan ansiedad y desde ahí poder elegir actuar de acuerdo a lo que es valioso para él. También se trabajan los Marcos Dieicticos, es decir : el Yo aquí y ahora, y los eventos privados allí/entonces.
Se trabaja con ejercicios para que note cómo aparecen los eventos privados: se desarrolla el “Yo como proceso” es decir, el niño nota como aparece el pensamiento o la emoción que le provoca la ansiedad en cada momento, distanciándose de ellos, sin dejarse controlar por ellos y esto lo consigue a través de la “Desesperanza Creativa”. Es decir, utilizamos metáforas y ejercicios experienciales para que el niño o adolescente comprenda que lo que hacía para intentar controlar esos pensamientos o emociones (evitación), tenía consecuencias a corto plazo como la reducción de la ansiedad. Y otras a largo plazo como la generalización de la ansiedad que se extiende y le imposibilita realizar acciones valiosas para él como : irse de viaje con sus amigos a campamentos, hacer cosas que le gusten, irse dormir a casa de sus amigos, salir…
Con esta terapia la reducción de la ansiedad es rápida ya que interrumpimos el reforzamiento continuo que la mantenía y a su vez transformamos las funciones discriminativas de la ansiedad. Por lo tanto no solo se puede acortar la duración de los tratamientos, sino que las mejoras se extienden a otras áreas ya que el niño o adolescente podrá estar presente con otros miedos.
Todo esto incide en la mejoría de la concentración y atención en el ámbito escolar, ya que para estar atento, el niño o adolescente necesita “Distanciarse” de sus eventos privados aversivos y de esta forma poder seguir con sus tareas.
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