«Es que Miguel me ha hecho esto…», «¿por qué tenemos verdura para comer?», ¿por qué me tengo que ir a dormir tan temprano..? Las quejas y protestas forman parte del desarrollo de los niños. En la mayoría de los casos, nuestros hijos las utilizan para llamar nuestra atención y por qué saben que, en ocasiones, si se quejan mucho nosotros acabamos dando nuestro brazo a torcer.
Con las quejas y las protestas los niños tienen el objetivo de tener nuestra atención. Como padres debemos enseñarles que pueden tener nuestra atención solicitándola y sin necesidad de estar quejándose continuamente.
Por tanto, en el post de hoy os voy a dar una serie de consejos para saber cómo actuar antes las continuas quejas pero también qué hacer para que poco a poco nuestros hijos vayan asumiendo esos límites que pueden acarrear dichas quejas.
Consejos para padres de niños quejicas
- Mantener la calma. Las continuas quejas pueden llevarnos a pedir los nervios y acabar gritándoles e incluso castigándoles. Lo que les reforzará ese comportamiento negativo.
- No cedas. El principal objetivo de esas quejas es conseguir aquello que persiguen. Mantente firme.
- Reforzar las conductas positivas.
¿Cómo actuar ante las quejas de nuestros hijos?
- Cuando tu hijo se empieza a quejar, siéntale en tus rodillas y dale un abrazo muy fuerte.
- Dile que le quieres mucho pero que hable normal, porque su voz cuando está quejándose te molesta. Para ello, puede acercarse a ti y contarte lo que quiero pero de otra manera.
- Utiliza el sentido del humor. Hazle reír cuando esté gimoteando.
- Busca el mensaje que hay detrás de las quejas. Tal vez estás demasiado ocupado y si es así, busca momentos, aunque sean pequeños, cada día para hacerle sentir especial.
- Cuando esté tranquilo/a y no se esté quejando, siéntate con él y buscad juntos una señal que podáis hacer cuando él está empezando a gimotear Así será un código secreto entre vosotros.
- Dale información por adelantado y dile lo que ocurrirá la próxima vez que gimotee. Explícale que cuando te habla con voz normal, te encanta escucharle y estar con él y os podéis entender muy bien pero cuando gimotea, simplemente, no le vas a escuchar.
- Busca la forma de no perderte su información cuando te habla, para que no tenga que recurrir a ningún otro recurso.
¿Te ha gustado el artículo? ¿Tienes dudas sobre cómo actuar en situaciones concretas? Déjamelas en comentarios.
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