La felicidad no es algo que ocurra, es una actitud. Los padres no pueden hacer que los hijos sean felices, pero si pueden ayudarles a encontrar dentro de ellos mismos esa felicidad. Trabajar desde que los niños son pequeños las emociones y sentimientos les ayuda a que crezcan emocionalmente sanos y prevenir futuros problemas. Una salud emocional sana ayuda a que los niños saquen todo su potencial. ¿Qué padre no desea eso para su hijo?
¿ Entonces, cómo puedo conseguir que mi hijo sea feliz?
1- AMOR INCONDICIONAL
Es fundamental querer a los hijos por lo que son, tal y como son, no por lo que hacen.
Es fundamental también expresarles ese amor.
Yo quiero mucho a mi hijo!!!!. Sí, pero ¿se lo expresas? y ¿se lo expresas de una forma que le llegue?
Los niños necesitan sentir que son queridos, que se les valora, que son importantes, que están en el corazón de los padres. Eso es una base sólida, que construye el apego seguro, y que le hará crecer felices.
2- Que se QUIERA A SÍ MISMO
Ayudarle a desarrollar su autoestima, significa ayudarle a que valore sus puntos fuertes, sus mejores actitudes siendo realista y entendiendo también sus puntos no tan fuertes.
Explicarle que es único, que no tiene que compararse con nadie, que cada niño tiene una forma de ser peculiar y única, es fundamental.
También la autoestima se debe fijar con el reconocimiento de la validación de sus éxitos, y NO criticando todo el día sus defectos.
En la educación tradicional que hemos vivido los padres, muchas veces ha tenido más peso la crítica, frente a la valoración.
Yo siempre aconsejo a los padres que por cada crítica que hagan a un hijo, luego haya dos valoraciones positivas .
Por ejemplo: «Esto no te ha salido bien, pero hay que ver lo bien que me has ayudado hoy en casa y lo cariñoso que has sido con tu hermana».
3- DARLES AUTONOMÍA
Darles autonomía potencia su autoestima porque se dan cuenta de que son capaces.
Desde los dos añitos que dicen “yo quiero», «yo solo”, hay que ayudarles un poco; «yo te subo la cremallera y tú sigues con lo demás» o «yo llevo los platos y los vasos y tú llevas los cubiertos».
El culmen de la independencia llega en la adolescencia, ahí es donde el adolescente dice «yo soy capaz de hacerlo todo solo y llevar la riendas de mi vida solo»; pero eso no es cierto, y no es del todo verdad.
Y entonces, ¿Cuándo alcanza un hijo la madurez?. La madurez la alcanza cuando se da cuenta de que puede hacer las cosas solo, pero os necesita para ser feliz, cuando es consciente de su independencia.
Necesito contribuir al mundo con mis habilidades pero no desde la dependencia!!!
Cuando damos autonomía un niño, le estamos empoderando y el empoderamiento es una vacuna para prevenir la dependencia emocional y el maltrato.
La sobreprotección es el mayor enemigo de la autonomía y les hace sentir incapaces, si lo haces por mí, es que yo no puedo.
4- CONFIANZA en uno mismo.
Confianza en que está preparado para conseguir sus objetivos, en que puede y por supuesto, también confianza en seguir aprendiendo, es parte de la confianza en uno mismo.
La confianza en uno mismo está muy unida a la autoestima.
La disposición de aprender y la actitud de humildad para aprender, marca una gran diferencia de rendimiento en los alumnos
Se ha demostrado que a nivel escolar la diferencia entre el fracaso o el éxito escolar depende en gran medida del concepto que tengan los estudiantes sobre su capacidad de aprender y conseguir el éxito.
El alumno que piensa con una MENTALIDAD FIJA, “no puedo entender las matemáticas, no lo voy a conseguir, no voy a ser capaz de aprobar…..NO se van a esforzar, porque están seguros de que NO lo van a conseguir. Si me invitan a escalar una montaña de 5000 m, no me esforzaré en prepararme para ello porque sé que no lo voy a conseguir.
No es que el niño sea vago, es que no tiene motivación, y no confía en que va a conseguir ese reto .
Sin embargo, los chicos que tienen una MENTALIDAD DE CRECIMIENTO son aquellos que creen que su capacidad de trabajo y su esfuerzo van a permitir conseguir sus retos. Confían en que serán capaces de conseguirlo, creen que pueden, porque tienen una motivación y le dedicaran más tiempo a las matemáticas, porque aceptan el reto y confían en sí mismos.
5- valorar EL ESFUERZO y LA CONSTANCIA
Y esfuerzo y constancia hay que asociarlos a satisfacción, aunque habrá factores que no dependan de ellos y que pueden ser decisivos en sus resultados, en esos casos tendrán la satisfacción de saber que lo han dado todo.
No hay que dejar que ellos asocien el esfuerzo el sufrimiento, sino todo lo contrario, el esfuerzo a la satisfacción.
Que sepan que el esfuerzo siempre merece la pena que siempre conlleva un aprendizaje y un empoderamiento de: ”yo he sido capaz de prepararlo», por supuesto siendo conscientes de que a lo a lo mejor no sale bien a la primera .
Si te caes de la bici te vuelves a subir pero si te caes de la bici y no te vuelves a subir eso repercutirá en una baja autoestima.
6- LA HONESTIDAD
Apostar por la honestidad, significa apostar por ser sinceros, por ser honestos.
Uno de los valores más importantes que podemos enseñar a nuestros hijos es el de la sinceridad y la honestidad porque eso hará que los demás puedan relacionarse con él con confianza.
Si tu hijo juega en el salón y rompe algo, cuando le has dicho que no juega en el salón, tendrá que ver si te dice la verdad o no intentando adivinar cuál va a ser tu reacción. Si te dice la verdad puedes decirle: «me parece tan valiente por tu parte haber dicho la verdad y haber confiado en mi, en que podías decírmela, que no me voy a enfadar».
La relaciones de confianza en la familia son fundamentales para la felicidad, si se abren fisuras con mentiras habrá problemas mayores.
7- Respetar su INDIVIDUALIDAD
Es un error comparar a los diferentes hijos y aunque cada uno sea de su padre y de su madre, hay que respetarles tal y como son, y expresarles nuestro amor de forma en la que cada uno lo vaya a recibir mejor.
Hay que evitar que se comparen entre ellos, haciéndoles llegar que cada uno es único especial y querido tal y como es.
Los niños lo perciben todo, aunque no lo digamos con palabras, en una mirada, un hijo percibe si le estás juzgando, si le estás despreciando, o si le estás comparando por ejemplo.
Hay veces que los psicólogos vemos mucho en consulta niños frágiles. Detrás de eso, suele haber un niño que no ha recibido esa dosis necesaria de respeto a sus peculiaridades, a su individualidad y no ha crecido fuerte y robusto por dentro.
7- LÍMITES Y NORMAS
Los límites y las normas son muy necesarias para que los niños sean felices.
Los hijos no podrán ser felices si solamente les educamos con amor, también necesitan límites y normas.
Los límites les ayudan a sentirse seguros, les ayudan a saber hasta dónde pueden llegar.
Los padres, a veces, me dicen en consulta: «yo no les voy a poner límites, que aprovechen y sean felices, cuando sean mayores ya aprenderán……». Sin embargo, ese es un gran error. Los límites hay que empezar a ponerlos a partir de los dos años. Hay que empezar a esa edad a poner rutinas, a poner horarios: «ahora se cena, ahora toca el baño, ahora a la cama…..», ya que esas rutinas, esos horarios, esos hábitos, les hacen sentirse seguros porque saben siempre lo que viene después.
Siempre que se ponen los límites y las normas en una casa, hay que tener en cuenta que es necesario explicar cuáles serán las consecuencias de no cumplirlas. No debe ser la consecuencia algo arbitrario que según el día o el humor que tengamos se ponga de una forma de otra. «Si no cenas en el tiempo previsto porque estás distraído en otra cosa, luego tendrás menos tiempo para ver los dibujos».
En consulta muchas veces, les explico a los adolescentes que en la vida hay normas y hay límites hasta el último día, de hecho no nos van a enterrar donde nosotros queramos o no podremos ir con el coche a toda velocidad saltándonos los Stop.
Si les enseñamos que vivimos en comunidad y cuáles son las consecuencias de saltarnos las normas les ayudaremos y serán mucho más felices
8- LA SEGURIDAD
Proveerles de un entorno seguro.
Incluso en casa, en su hogar, nunca podemos garantizar una seguridad del 100 × 100 porque puede, a veces, ocurrir un incidente doméstico, pero sí podemos contribuir a generar un entorno seguro a nivel emocional.
Una seguridad emocional en el hogar significa:
- que tengan confianza
- que puedan desahogarse
- que puedan contar sus miedos porque nadie se va a reír de ellos, porque todo el mundo va a validar sus emociones
- un hogar donde los padres contienen a los niños
9- Educar con PAZ
Los niños en un en un hogar estresado no pueden crecer feliz felices.
Un hogar donde aunque los padres tengan que hacer trabajos, pero después también pasen un rato con ellos, descansen o lean un libro.
Una cosa que suelo decir a los padres en consulta , que cuando vuelvan de trabajar cuelguen sus preocupaciones en la entrada y entren a un espacio de calma, que es el que los niños necesitan para crecer felices.
¿y todo esto puede influir en el aprendizaje de los niños?
Por supuesto que sí, las emociones van muy ligadas al aprendizaje.
Por eso, NO es suficiente con enseñar a los niños o adolescentes técnicas de estudio para que consigan sus objetivos académicos. El mundo de las emociones es la otra cara de la moneda. Desde hace años llevo a cabo un protocolo con niños y adolescentes con problemas del aprendizaje, fracaso escolar o falta de motivación para darle la vuelta a esos problemas con grandes resultados.
Si quieres conocer más sobre cómo ayudar a tus hijos a gestionar emociones y cómo esto puede ayudarles en su rendimiento académico no dejes de seguirme en mis redes sociales.
Excelente su enseñanza
Muchas gracias Tatiana
Me gustaría tener información para poder trabajar con mi hija que no se sienta sola, en casa trabajamos mucho las emociones y por suerte lo cuenta todo y se desahoga. Pero tiene problemas con compañeros y compañeras de la escuela… se meten con ella, es una niña amable, dulce, buena estudiante y amiga. Pero parece que le tiene celos y a veces no la.queiren e incluso la insultan.. ahora mismo está pasando por un mal momento y aunque tengo técnicas y creo que la estamos ayudando no me vendría mal que ella tenga más autoestima. Pues creo que falla por aquí… gracias!
Hola! Te he mandado un correo. Hablamos si te parece por correo.
Un saludo