El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC): qué es y cómo afecta a niños y adolescentes
10 de noviembre de 2020

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno por ansiedad que afecta a 1 de cada 100 niños o adolescentes. Las personas que lo padecen piensan que va a pasar algo malo, peligroso o que simplemente está sucio o no es correcto y les produce ansiedad.

Algunos niños o adolescentes pueden tener lo que se conocen como tics pero hablamos de Trastorno Obsesivo Compulsivo cuando supone un sufrimiento para el niño, interfiere en su vida escolar, social, familiar o en sus rutinas diarias.

¿Cómo afecta el TOC en los niños o adolescentes?

En la mente del niño aparecen pensamientos atemorizantes, es decir obsesiones, nada realistas que son incapaces de eliminar. Esto les provoca realizar ciertos comportamientos de forma repetitiva (compulsiones) para hacer desaparecer esos pensamientos atemorizantes y así protegerse de que todo esté ordenado, de que no pase nada malo, de que no falte nada…

Estos comportamientos obsesivos y, en muchas ocasiones, repetitivos actúan como un refuerzo, ya que les alivia esa ansiedad que sienten a corto plazo. No saben explicar porque tienen esos comportamientos rituales, tampoco que están intentando escapar de la ansiedad que les producen esos pensamientos.

Por este motivo, necesitan repetir estos comportamientos, que acaban interfiriendo con su vida diaria: buscan seguridad. Y es que sienten que estas repeticiones son necesarias para acallar sus pensamientos. A menudo esos comportamientos disminuyen la ansiedad, de forma temporal, pero volverá inevitablemente.

Estos comportamientos consumen mucho tiempo y energía del niño por lo que se le hace más difícil acabar con las tareas y les  dificulta la vida. A menudo se sienten culpables por no poder controlar sus pensamientos, por no poder acabar sus tareas y esto afecta a su autoestima.

Se pueden volver más irritables y tienen una franca disminución de la capacidad de atención, parecen ausentes, ya que les cuesta concentrarse debido a la presencia de esos pensamientos obsesivos. Presentan preocupaciones que no son normales a su edad. Y también es frecuente que tengan cambios de humor y cambios en sus rutinas.

Cuando el niño intenta controlar sus pensamientos, sufre ansiedad y suelen ocultarlo. Aunque al final acaban involucrando a los padres para que ellos también hagan algunos rituales. Son hipersensibles a la crítica.

 

¿Cuáles son las obsesiones más frecuentes en niños o adolescentes?

  1. Miedo a la suciedad, a las bacterias, a infectarse, a contaminarse.
  2. Necesidad de orden, de simetría.
  3. Miedo a las enfermedades o daños propios o a la familia.
  4. Pensamientos agresivos.

¿Cuáles son las compulsiones más frecuentes?

  1. Rituales de limpieza de la casa o de uno mismo: lavado de manos constante, lavado de dientes…
  2. Repetir rituales como entrar y salir varias veces por la puerta (pensamiento mágico).
  3. Chequear muchas veces que la puerta está cerrada, que el aparato está apagado, que la luz está apagada…
  4. Ordenar las cosas compulsivamente o contarlas.
  5. Acumular cosas.
  6. Exceso de control sobre lo que pasa alrededor.

 

Señales de que nuestro hijo puede padecer Trastorno Obsesivo Compulsivo:

  1. Si tiene ideas que le molestan.
  2. Si necesita comprobar las cosas varias veces.
  3. Si necesita lavarse las manos muchas veces.
  4. Si guardan cosas que normalmente tiramos.
  5. Qué debe hacer antes de ir a la cama o  al salir de casa…
  6. Si las cosas deben ser de una determinada manera.

¿Qué debemos saber como padres sobre el TOC?

  1. Que es normal que estés preocupado por tus hijos, si observas estas conductas.
  2. Que no es culpa del niño.
  3. Que los padres deben ayudarle y apoyarle.
  4. No se le debe criticar.
  5. Se debe mantener la rutinas familiares.
  6. No se debe dejar que el TOC se convierta en el jefe de la casa y de todo lo que ocurre en ella: no lo alimentemos.
  7. Es importante buscar ayuda: buscar estrategias y desarrollar nuevas habilidades para poder ayudarles.
  8. No te rindas.

 

La Terapia de Aceptación y Compromiso: cómo forma de tratar el TOC

La Terapia de Aceptación y Compromiso implica a los padres en el tratamiento de estos procesos, cuya participación es esencial. De esta forma los padres ayudarán a sus hijos en casa sabiendo cómo reconocer y responder ante sus conductas.

Esta terapia puede ayudar al niño o adolescente a aprender a manejar sus conductas y a tener una relación diferente con sus pensamientos obsesivos. El niño los aceptará entendiendo que son solo pensamientos por lo que dejará de luchar contra ellos.

Para ello, en consulta se trabaja la flexibilidad psicológica con la que desarrollar nuevos comportamientos en lugar de luchar para evitar lo que piensa o lo que siente. Se le enseña a estar en contacto con sus eventos privados, a ver sus pensamientos y sentimientos aceptándolos y siguiendo el camino que el/ella considera valioso en su vida.

El niño crea una nueva relación con sus pensamientos obsesivos y su ansiedad, aceptando que son solo pensamientos y sentimientos y contextualizando todo esto con los valores y las metas que tienen su vida.

Se trabaja la fusión cognitiva, donde el pensamiento es lo mismo que el yo y, por lo tanto, se les enseña a tomar perspectiva de esos eventos privados y a diferenciar lo que es un pensamiento,  de la persona que lo tiene. Así van aprendiendo a ser conscientes de  si están fusionados o no con ellos. Y por supuesto, este tratamiento exige una valoración inicial y en algunas ocasiones algunos tratamientos complementarios.

¿Te ha gustado el artículo? ¿Te surgen dudas? No dudes en consultarme. 

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