¿Te gusta la imagen que tienes de ti mismo? Lo que somos y que nos guste puede ser determinante para querernos o para, todo lo contrario, construir una imagen frágil y desequilibrada de nosotros mismos.
¿Qué es la autoimagen?
Es la imagen que el niño o adolescente tiene de sí mismo. Determinará sus conductas y sus relaciones y es algo que debe ir construyéndose, cambiando y enriqueciéndose.
Hay que saber que los niños no nacen con una imagen de quién son, ni siquiera son conscientes de que son diferentes de lo que le rodea, eso va surgiendo poco a poco. Y va unido al desarrollo social, a sus relaciones y será fundamental de cara a tener una buena comunicación, a medida que vaya creciendo.
La autoimagen es la base de la de identidad y de la autoestima
¿Cómo se construye la autoimagen?
Se construye durante la infancia. Cuando el niño descubre su «yo» como alguien diferente a los demás y se descubre como único. Comienza a construir su autoimagen y lo hace a través de la mirada de sus padres, un espejo en el que se ve reflejado.
El niño se da cuenta que «es» y para definirse toma como referente a los demás. Cuando alguien dice: «soy perezoso, soy torpe…» Está expresando su visión acerca de sí mismo.
Autoconcepto vs Autoestima
El autoconcepto es una creencia sobre lo que los niños piensan de sí mismos, que pueden poner en palabras, para describir cómo se ven a ellos mismos. Sin embargo, la autoestima es una valoración personal, que no expresamos con palabras. Es cambiante al igual que la autoimagen y va cargada de emociones.
La autoestima se forma en base a:
- La valoración de su experiencia.
- Sus competencias físicas.
- Sus resultados académicos.
- Su valoración social, sus relaciones y sus habilidades.
¿Cómo ayudarle a formarse una autoimagen saludable?
Ayudarle a construir una imagen sana que les permita tener una autoestima sólida, les ayudará a construir su identidad. La familia es la base para ello y los padres el modelo a seguir.
En casa:
- Ayúdale a ver cuál es su propia imagen sin juzgarle ni etiquetarle.
- Le quieres y le valoras tal y como es.
- Que sienta que lo aceptas plenamente.
- Vigila qué se cuenta asimismo y qué emociones le despiertan las opiniones de los demás.
- Felicítale en público y corrígele en privado.
- Resáltale lo que le hace único: sus capacidades.
- Ayúdale a trabajar su capacidad crítica.
- No le compares
- No le sobreprotejas
En el colegio:
Allí nuestro hijo conecta con otros niños solo, sin sus padres. Por lo tanto, también es un entorno importante para la formación de la auto imagen a través de:
- Comparar las capacidades de los demás con la suyas.
- El feedback de sus compañeros.
- Las valoraciones de los profesores. Los profesores son ejemplos a seguir.
¿Por qué es tan importante la autoimagen?
La autoimagen determinará sus conductas frente a muchos aspectos, muchas situaciones en todos los ámbitos de su vida.
Con una autoimagen no muy positiva:
- Aparecerán problemas en sus relaciones sociales.
- En la expresión y manejo de las emociones.
- En el rendimiento escolar.
- Desconfiara de sus capacidades.
- Dará lugar a una autoestima baja.
- Su salud psicoemocional se resentirá.
Si la imagen de sí mismos es positiva:
- Será optimista.
- Confiará en sus capacidades.
- Será asertivo.
- Se atreverá a explorar el mundo.
- Asumirá retos.
- Tendrá relaciones sólidas y de complicidad, relaciones sociales de calidad…
La construcción de la autoimagen es fundamental para fomentar su autoestima y la seguridad en sí mismos. Por eso, como padres debemos prestar atención a comentarios, opiniones y conversaciones que tengamos con nuestros hijos.
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