Las consecuencias lógicas, a diferencia de las naturales, requieren la intervención de los padres para aplicar el tipo de consecuencia. Esta siempre debe ser útil para su aprendizaje. En muchas ocasiones, los padres me preguntan si no estarán ante un simple castigo al que simplemente le hemos cambiado el nombre.
Hay que tener en cuenta que existen una serie de características entre las consecuencias lógicas y los castigos que nos permitirán diferenciarlas, y sobre todo, y más importante permitirán diferenciarlas a nuestros hijos. Son las, ya conocidas y de las que hemos hablado en varias ocasiones, cuatro R:
- Relacionada
- Respetuosa
- Razonable
- Revelada antes
Como es un tema con el que siempre surgen dudas, en el post de hoy os voy a dar una serie de ejemplos de consecuencias lógicas aplicadas a situaciones en concreto.
Ejemplos de consecuencias lógicas según la situación:
Darle información antes de que ocurra la mala conducta
Pedro va a salir de casa para andar con sus amigos en el monopatín y su padre le ve acercarse a la puerta y le dice:
-«¡No te olvides del casco Pedro!»
-«¡Venga ya papá! ¡No me lo quiero poner, además no hace falta!», contesta Pedro.
-«Puedes ponértelo e irte con tus amigos o dejar el monopatín aquí. Elige lo que prefieras», le comenta su padre.
-«Uff… Valeeee», dice Pedro y recoge el casco antes de irse.
En esta situación el padre ha intervenido antes de que Pedro se saltara las normas y le ha dado una opción para él eligiera.
Después de una mala conducta
Elena de siete años y su hermana Paula de cinco están viendo la tele mientras sus padres se echan la siesta. Se pelean porque las dos quieren tumbarse en el sofá. Elena, la mayor, le dice a Paula, la pequeña, que va ser ella quién se tumbe y que Paula debe quedarse sentada. Sin embargo, Paula se niega, Elena le da una patada y se pone a llorar. En ese momento, llega su madre.
-«¿Qué ha pasado?», les pregunta.
-«Me ha dado una patada», cuenta Paula.
-«¿Eso es lo que ha pasado, Elena?», pregunta su madre.
-«Le he pedido bien que se quite y se siente del sofá pero no ha querido», contesta Elena.
-«Pero nosotros no damos patadas cuando queremos que alguien se mueva. Quizás necesitas reflexionar sobre eso un rato. Tal vez durante 10 minutos puedas reflexionar tranquilamente en tu habitación sobre esto, porque no es la primera vez que ocurre, ¿verdad?», le explica su madre.
En este caso se aplica una consecuencia lógica que apoya los límites que hay en esa casa: no se dan patadas nunca y bajo ningún concepto.
El mal uso de los juguetes
El padre de Luis sale al jardín y ve a su hijo golpeando el aspersor del riego con un bate de béisbol.
-«Nosotros no utilizamos los bates de esa manera, será mejor que me lo dejes, mañana te lo devolveré si me prometes que lo utilizarás correctamente».
Cuando no recogen
María de 10 años siempre deja el salón desordenado ,con todas sus cosas tiradas por el suelo después de jugar sola.
-«María tienes que ordenar el salón cariño, antes de ir a ver a tus amigas, ya lo hemos hablado otras veces», le dice su madre.
-«Lo haré luego», contesta María.
-«En cuanto lo hayas recogido, saldrás con tus amigas a jugar», le informa su madre.
María se queda pensativa y empieza a recoger los juguetes.
Cuando rompen las cosas
Pablo de 10 años está muy enfadado con su hermana pequeña porque se queda con sus amigos cuando vienen a casa a jugar con él. A él no le gusta, así que le dice que se vaya o que si no le romperá su juguete favorito.
-«Si haces eso, se lo contaré a mamá», le dice su hermana y no se va.
Entonces Pablo rompe su juguete favorito y su hermana se pone a llorar. Su madre la oye llorar y se acerca a la habitación.
-«¿Qué ocurre?», les pregunta
-«Que nos molesta. Siempre que vienen mis amigos, le pido que se vaya y no lo hace y nos molesta», le cuenta Pablo.
-«Puedo entender que quieras estar a solas con tus amigos, pero romperle un juguete a tu hermana no está bien. Creo que deberías habérmelo dicho y tal vez yo te hubiera ayudado a resolver la situación, antes de que hicieras esto, ¿no crees?», le explica su madre.
-«Pero es que nunca me hace caso. Quizás te lo hubiera tenido que decir para que se fuera», reflexiona Pablo.
-«Estoy convencida que la próxima vez lo harás y estaré encantada de ayudarte si vuelve a ocurrir. Pero, esta vez, le comprarás con el dinero de tus ahorros el juguete que has roto a tu hermana», le cuenta la madre.
Ante el abuso
Noelia de 16 años le pide prestada la bici a su hermano para salir con sus amigas pero llega tarde, dos horas después de la hora que le habían puesto sus padres. .
-«¿Que ha pasado Noelia? Estábamos preocupados y tu hermano necesitaba la bici», le pregunta su madre.
-«Lo siento», dice Noelia.
-«Cuando te decimos una hora para estar en casa, excepto que haya alguna emergencia, es importante que lo cumplas. Además no es la primera vez que ocurre y ya hemos hablado de este tema algunas veces. Tu hermano se ha quedado sin salir porque necesita la bici y tu padre y yo hemos estado muy preocupados sin saber si te había pasado algo. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?, le recalca su madre.
Noelia la mira con la cabeza gacha y entiende la situación.
-«Creo que será mejor que no vuelvas a usar la bici de tu hermano esta semana, la próxima puedes volver a intentarlo», concluye su madre.
Aplicar consecuencias y que supongan un aprendizaje para nuestros hijos requiere tiempo y paciencia. ¡No te desanimes!
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