Aprender a decir ‘no’ con respeto. Cómo fortalecer la asertividad en la infancia
31 de enero de 2024

¿Sabes qué es la asertividad? La asertividad es un componente fundamental en las habilidades sociales de los niños y también en los adultos. Es una forma de ser y actuar que debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños. Se trata de una habilidad que no nos viene de serie pero que puede practicarse y aprenderse.

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es la habilidad o capacidad que tiene una persona para expresar, decir o mostrar lo que siente, cree o necesita de forma respetuosa, clara y sincera. Todo ello sin molestar, agredir o hacer daño a nadie.

¿Por qué es importante que nuestros hijos sean asertivos?

Es importante transmitir a los niños capacidades como la asertividad para que no se dejen manipular por las opiniones de los demás o, en el otro extremo, no impongan sus gustos, opiniones o decisiones sobre otros. Precisamente, la asertividad es un reflejo de una autoestima sana y de unas relaciones sociales justas y equilibradas.

Para entender la asertividad, veamos los dos extremos a los que nos podemos enfrentar en nuestras relaciones con las personas.

  • Estilo pasivo: son personas que no defienden sus intereses, no expresan sus sentimientos, ideas u opiniones sinceras. No expresan que están en desacuerdo, tratan de no molestar a los demás. No reciben ningún rechazo pero los demás se aprovechan porque siempre hacen lo que ellos quieren. Por ejemplo, Diana es una niña de 7 años que cuando va al parque sus amigas le cogen siempre su patinete, aunque le molesta nunca les dice nada.
  • Estilo agresivo: son personas que defienden sus intereses por encima de todo. Imponen sus sentimientos, ideas y opiniones sin importarles la opinión de los demás. Incluso pueden amenazar, insultar o agredir para que nadie les imponga nada ni los pise. Por ejemplo, Daniel es un niño de 10 años que intimida a sus compañeros hasta que consigue lo que quiere de ellos.

Trucos para mejorar la asertividad y las habilidades sociales en nuestros hijos

Ten en cuenta que la asertividad es una capacidad que podemos desarrollar y trabajar desde que nuestros hijos son muy pequeños. A continuación, te aporto toda una serie de trucos que puedes realizar con tus hijos con los que trabajar esta habilidad y conseguir unas relaciones sociales sanas y justas.

  1. Que manejen frases como:
    • «Entiendo pero no me interesa».
    • «A lo mejor pero aún no lo he decidido».
    • «Te lo agradezco pero no voy a ir».
  2. Entendemos lo que nos dice la otra persona que, a lo mejor, nos quiere manipular pero mantendremos nuestra decisión.
    • «A lo mejor soy egoísta pero…»
    • «Tienes razón pero lo haré cuando yo lo decida…»
    • «No estás de acuerdo conmigo pero lo haré.»
  3. Escuchamos con respeto y sin interrumpir al otro y luego damos nuestra opinión, que es diferente a la suya.
  4. Ante una crítica justa o razonable no hay que dar demasiadas explicaciones:
    • «Es verdad que he tardado mucho en hacer los deberes, lo siento».
  5. Preguntar  para conocer más sobre lo que opina el otro:
    • ¿Te molesta lo que te estoy diciendo?
    • ¿Qué tiene de malo que quiera  ir al parque?
  6. Repetir lo que siente la otra persona, con la que no estamos de acuerdo:
    • «Yo sé que para ti es importante y lo tengo en cuenta pero…»
  7. Decimos lo que nos dice el otro de forma parecida pero expresamos nuestra opinión.
    • ¿Te sentirías mejor si te dijera que sí?
  8. No hace falta dar excusas, pero sí razones concretas para no ceder a la manipulación. Para ello, conviene utilizar la técnica 1, 2y 5 ante frases como:
    • «¡Vaya siempre tienes problemas para…»
    • «Nunca te lo había pedido antes».
    • «Me dejas muy mal si no lo haces…»
  9. Si no queremos hacer lo que nos dicen, aunque sea tentador, a veces, pensamos:
    • «Debería contentar a los demás» NO a ese pensamiento.
    • «No puedo decir no sin que se molesten» NO a ese pensamiento.
    • «Mejor lo hago porque se va a enfadar» NO a ese pensamiento.
  10. Ante una crítica razonable que viene de otro:
    • «Soy lo peor por haberlo hecho mal» NO a ese pensamiento
  11. Queremos que el otro no se comporte así con nosotros:
    • «Usar tono firme, pero no agresivo».
    • «Tengo derecho a pedir cambios, expresándolo con respeto».
  12. Si no opina  igual que los demás que no duden en usar el pronombre “yo”:
    • «Yo creo que también se puede ver de esta manera…»
    • «¿Alguna vez lo has visto de esa forma?»
  13. Si nos interrumpen:
    • «Enfatizar nuestro tono de voz».
    • «Mirar a los ojos de las personas que nos interrumpen».
    • Usar frases como: «Quiero decirte algo y luego me gustaría que me dieras tu opinión».
  14. Cuando hemos cometido un error:
    • No ocultarlo.
    • Expresar que nos hemos equivocado pero no dejar que el otro nos critique de forma exagerada con frases como: siempre haces lo mismo, eres un desastre…
    • Lo suyo es decir: «Siento que me equivocado y tomo nota».
  15. Si no sabemos algo, no hay que ocultarlo, reconocerlo con naturalidad, pero sin sumisión o agresividad:
    • «Es imperdonable que no lo sepa» NO a ese pensamiento.
    • «Pensarán que soy tonto» NO a ese pensamiento.
  16. Acabar con una conversación que no queremos continuar:
    • «Perdóname es que tengo que irme…»
    • No me atrevo a interrumpir, se va a enfadar NO a ese pensamiento.
  17. Recibir los cumplidos sinceros de otros sin necesidad de devolverlos y sin minimizar lo que hemos hecho bien, por falsa modestia.
    • «¡Has hecho bien los deberes de hoy!»
    • «Gracias, he hecho todo lo que he podido».
    • «Qué guapa estás con ese vestido».
    • «Estoy muy a gusto con él, gracias».
  18. No aceptar la compañía que no queremos cerca:
    • No mostrar interés falso.
    • Ser claro y escueto para que capten el desinterés.
  19. Romper el hielo:
    • Se puede hacer a través de una pregunta.
    • O ofreciendo algo a la otra persona.
    • O Saludando y presentándose
  20. Aprender a pedir favores, los demás no tienen porque averiguar lo que quiere tu hijo para ello:
    • Indicar claramente lo que quieren, dando razones para ello ,no con excusas.
    • No al miedo al rechazo; somos libres para pedir ayuda, igual que los otros son libres para darla o no darla.
  21. Saber dar halagos:
    • Con coherencia entre lo que sentimos, el valor de lo que ha hecho el otro, lo que queremos valorar y la forma de hacerlo. Seamos sinceros.
  22. Mostrar afecto es muy importante para tener relaciones sanas y poco a poco aprenderán a distinguir a quien si y a quien no se  lo pueden mostrar.

En resumen , estas herramientas les ayudarán a desarrollar sus habilidades sociales, mientras van trabajando la empatía, la generosidad bien entendida, la comunicación sana y la asertividad.
Los padres debemos estar ahí siempre que nos necesiten para ayudarles a resolver sus dudas y sus conflictos.

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