18 tips para lidiar con los problemas de atención en niños
21 de octubre de 2021

Hay que perder el miedo a pedir ayuda tanto cuando dudamos de si nuestro hijo/a pertenece a este grupo o si ya le han diagnosticado o, incluso, medicado para trabajar junto con educadores y profesionales.

El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA-H) no hace que para el niño/a o adolescente conseguir algo sea imposible, sino que podemos interpretarlo como un impedimento o una dificultad añadida para conseguir sus objetivos

Igual que hay personas altas, bajas, rubias, morenas… Hay personas con más o menos capacidad para prestar atención. Para todos aquellos padres que tenéis en casa niños con problemas para prestar atención, tanto si son TDA-H como si no lo son podemos tener en cuenta algunos de los siguientes consejos.

¿Necesitas ayuda?

Consejos para lidiar con niños con problemas de atención sean TDAH o no

Establecer normas y límites

Cuando hay problemas de atención es importante establecer normas y límites. Hablamos, a menudo, de límites, pero realmente no sabemos muy bien de qué estamos hablando.

Por tanto, cuando decimos límites, estamos hablando de las ideas en general que tenemos en casa sobre la educación. Es decir, de lo que se puede y no se puede hacer.

Vamos con un ejemplo para dejarlo más claro:

Imaginaros que vamos al campo a pasar el día con nuestros hijos y nada más llegar los niños se ponen a correr porque tienen ganas de explorarlo todo, de tirarse por la hierba, de ir al río… En este momento, son los padres los que deben decir hasta donde pueden llegar los niños y cuáles son los límites en ese campo.

Mientras que la norma, digamos que sería una traducción más concreta llevada a la práctica, respecto a las pautas  y las conductas que están permitidas y no permitidas. En el ejemplo anterior, la norma puede ser: «¡No os metáis en el río y a las 3 tenéis que estar aquí para comer!». Digamos que el límite es un concepto más general.

Las normas en la familia protegen a los niños de los posibles riesgos y les dan seguridad

Normas pocas y claras

Hay que tener en cuenta que es mejor tener pocas normas pero que sean claras, para ello tendremos que distinguir lo que es realmente importante de lo que no merece la pena pelear, ya que no podemos estar todo el día intentando que nuestros hijos sean perfectos.

Y desde luego en la adolescencia y preadolescencia es bueno dar la posibilidad de que ellos opinen y participen, acerca de las normas que hay en la familia.

Céntrate en un solo frente

A lo mejor te suena si te digo que cuando tu hijo entra en casa le recuerdas que tiene que quitarse los zapatos para no manchar todo y que después de merendar no se retrase porque tiene que hacer los deberes y luego llamar a los abuelos porque es el cumpleaños de la abuela.

Cuando un niño tiene problemas para focalizar su atención, lo normal es que escuché la primera parte, pero como no ha tenido tiempo para procesar esa información, se desconecte del resto de la información que le estás dando.

Es mejor dar las instrucciones de una en una

Esto es un error muy frecuente. Y esto da lugar a que nos enfademos, sin darnos cuenta que no les hemos dado tiempo para procesar toda la información.

Los niños no tienen la misma capacidad para atender, procesar y recordar que los adultos y cuando hay un problema de falta de atención, la diferencia es aún mayor

No a los sermones ni a los chantajes emocionales

Las normas y límites se deben decir voz pausada, de forma clara y concisa. Para establecer dichas normas y límites no hay que dar muchos sermones ni tampoco entrar en chantajes emocionales.

 

Tiempo para procesar la información

Tal y como ya hemos dichos es importante darles el tiempo suficiente para que puedan procesar la información que les estás dando. Por tanto, puedes preguntarte:

  • ¿Tú crees que sabes el tiempo que tarda tu hijo en procesar la información que le das?
  • ¿Tú crees que sabes cuál es su velocidad de procesamiento?

El hecho de que un niño sea impulsivo o sea muy inquieto, no quiere decir que va a procesar la información más rápidamente

Descansos a menudo

Cuando las tareas son largas, complejas o nuevas, es mejor dividirlas en diferentes partes y que haya descansos entre ellas.

Es posible que cuando tu hijo/a llegue a casa, si haces un cálculo aproximado de lo que debería tardar en  hacer los deberes, veas que luego ese cálculo no coincide con la realidad.

Puede que tú pienses que necesita 20 minutos para las matemáticas. 30 para los esquemas de sociales, 20 para la lengua… Tenemos que pensar qué es lo que más les cuesta: ¿hacer esquemas? ¿comprender ? ¿organizar?

Por lo tanto, es importante dar descansos entre unas tareas y otras, tanto para su cerebro como para su cuerpo.

También es fundamental que se planifiquen las tareas antes de que empiecen. Si tu niño tiene un problema un déficit atencional, necesitará más tiempo que otros niños y los descansos harán que sea capaz de acabar sus tareas.

Muy pendiente de todo lo referente al colegio

De todo lo referente al material que tiene que llevar, a los trabajos que le piden, de contactar con los tutores, con los profesores e incluso de ayudarles en sus tareas .

Cuando dejamos a un niño/a con problemas de atención solo/a para que se organice, es fácil que le estemos empujando al fracaso

Cuando hay un problema de atención, la ayuda de un adulto para gestionar su tiempo, a organizarse, a hacer las paradas habituales es muy importante.

Cuidado con las nuevas tecnologías

Es importante establecer rutinas a diario para dar lugar a los deberes y muchas veces para ello las nuevas tecnologías son un apoyo.

Pero muchas veces cuando venís a consulta, me decís que vuestro hijo que tiene un problema atencional, dedica demasiado tiempo a los videojuegos a los móviles, al ordenador…

Por ello es aconsejable:

  • Que las utilicen en periodos cortos porque si no se pondrán más nerviosos.
  • No utilizar nunca estas tecnologías antes de cenar o antes de ir a dormir.

No olvidemos que las cosas no son ni buenas ni malas, sino depende de cómo las utilicemos.

 

Ojo a los castigos

Muchas veces acabamos recurriendo al castigo cuando no sabemos qué hacer y estamos desesperados ante una situación que se nos va de las manos.

El castigo siempre es un error y nos llevará a un fracaso aún mayor

Debemos basar la educación de los niños con déficit de atención en el refuerzo positivo, por pequeña que sea la acción que han hecho bien.

El refuerzo afectivo: el abrazo, el beso, la sonrisa, el reconocimiento verbal, el reconocimiento social, el hacer una actividad especial con ellos como llevarles a hacer algo que les gusta y les divierte.

Resaltar las conductas positivas cada día hacen que se multipliquen exponencialmente, ya que para ellos es muy gratificante y nuestro refuerzo les lleva al bienestar y a sentirse más tranquilos.

Enséñales a autoevaluarse

Cuando hay un problema de atención, no es fácil que el niño tenga capacidad de analizar cómo está haciendo una determinada actividad, por eso, es importante ayudarles.

Como siempre, cada vez que emprenden una nueva actividad, necesita nuestra ayuda y, en este caso, el objetivo es que en vez de sentirse vigilados por nosotros, ellos mismos, cada vez más, pongan un poco de atención en sus propias conductas.
Nos llevará tiempo.

Organizar las actividades hasta extraescolares.

Desde luego, es fundamental cultivar la relaciones sociales y estimular la maduración, desarrollando otros aspectos que no sean los puramente académicos. Por ejemplo, a través de actividades deportivas que mejoren su psicomotricidad que les hagan gastar energía…

No hay reglas fijas ni todos los niños son iguales

Hay veces que los niños no necesitan acudir a una actividad extraescolar, ya que el hacer algo de deporte en casa, la lectura o quedar con el vecino un rato, es suficiente para sentirse bien.

Otras veces, si es necesario y da un resultado excelente que los niños con problemas de atención ejerciten otro tipo de actividades fuera de casa, de actividades que les diviertan, les relajen, les entretengan y ayuden a focalizar su atención como el ajedrez, la fotografía, el tiro con arco, la robótica…

Lo que no es recomendable en ningún caso es que haya varias actividades extraescolares a la vez

Es importante que aprendan a aburrirse, que haya tiempos en los que no haya nada que hacer y no estemos nosotros para organizarle sus juegos y su tiempo libre.

 

Estimula su curiosidad

La curiosidad es algo que también podemos trabajar para estimular su deseo de conocer y de aprender.

Muchas veces, el llevar una caja envuelta en un papel bonito implica un proceso suficiente para que el deseo de abrir esa caja vaya creciendo y tenga que trabajar la paciencia y dar rienda suelta a su imaginación para pensar las 1000 cosas que pueda haber dentro.

La caja se abrirá a la hora de cenar y habrá una sorpresa dentro, pero estaremos estimulando durante toda la tarde su motivación y su curiosidad.

No olvidemos que el juego es fundamental

No olvidemos que los niños aprenden a través del juego y es fundamental que los padres jueguen con los hijos.
Intentar buscar cada día un rato para compartir con nuestros hijos a través del juego es fundamental.

Trabaja el autocontrol

Deberíamos enseñar a nuestros hijos a trabajar el autocontrol. El autocontrol que no debe ser impuesto por nosotros, sino que hay que hay que llegar ahí, para que ellos mismos lo regulen. Nuestra función es ayudarles y guiarles en este proceso de aprendizaje.

Cuidado con la sobreprotección y con la exigencia extrema

Esos son los dos extremos en los que sin darnos cuenta podemos caer. Debemos promover la autonomía, sin hacerles las cosas y sin exigirles demasiado.

Haz que las tareas que tengan que hacer sean atractivas y no olvides  sus necesidades.

Potencia siempre sus habilidades positivas

Este pilar es básico para generar la confianza en sí mismos la seguridad y la autonomía.

Hábitos sanos en casa

Que haya hábitos sanos en casa, una dieta adecuada, suficientes horas de sueño y deporte.

Los niños con problemas de atención no tienen que llevar dietas especiales, pero el hecho de cuidar la alimentación, el descanso y la salud favorecen, no solo en ellos, sino en todos la salud física y psicológica.

¡Cuidado con el exceso de azúcares!

 

Los padres deben informarse

Busca información acerca de los procesos atencionales, de la dificultad en dichos procesos, de los diferentes matices, de cómo los trabajan otras personas y sobre todo de la orientación de los profesionales.

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