Conductas inadecuadas en niños: ¿qué hay detrás? ¿cómo reaccionar?
28 de octubre de 2021

¿Sabías que, a menudo, las conductas que etiquetamos de «malas», son solamente conductas que se corresponden con la edad de los niños o de los adolescentes, propias de su etapa de desarrollo?

Cuando los niños tienen menos de cuatro años, por ejemplo, no se puede esperar que se comporten como los padres quieren y, frecuentemente, los etiquetamos de «traviesos», sobre todo, cuando lo que quieren no es ni oportuno ni apropiado. Entonces, los padres les castigan en su habitación porque no tienen la capacidad de comprender realmente la relación entre causa y efecto o lo que se espera de ellos.

En otras ocasiones, los niños se portan mal porque tienen hambre, están cansados o han vivido algo complicado que no han sabido resolver. O tal vez porque los padres están exigiendo mucho a los hijos o no les están poniendo los límites de forma adecuada.

Debemos comprender las conductas de nuestros hijos poniéndonos en su piel

 

¿Qué hay detrás de una conducta inadecuada?

Cuando analizamos despacio una mala conducta, nos damos cuenta de qué hay detrás:

  • Falta de conocimiento por parte de los niños o los adolescentes.
  • Falta de consciencia de sus emociones.
  • Falta de herramientas para manejar dichas emociones.
  • Una expresión de su falta de ánimo.
  • Una forma de expresar su rencor o su rabia
  • La incapacidad para comunicarse de otra manera.

Y aquí es donde los padres debemos jugar un papel importante, ya que, en ocasiones, los niños tienen la creencia errónea que solo se les tienen en cuenta cuando se les presta atención, cuando no permiten que sus padres manden, cuando devuelven el daño que se les ha hecho o cuando se muestran incapaces y se dan por vencidos.

Todos los seres humanos necesitamos sentirnos tenidos en cuenta e importantes

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¿Por qué adquieren esas conductas inadecuadas?

  1. Buscan atención o poder para que se les tenga en cuenta.
  2. Buscan venganza para, de alguna forma, sentir menos dolor por no ser tenidos en cuenta.
  3. Se dan por vencidos porque creen que no valen nada.

Los niños y los adolescentes no se dan cuenta de cuáles son sus creencias erróneas. Si les preguntas el por qué se portan mal, te dirán que no lo saben o te darán una respuesta falsa.

¿Qué hacer ante las conductas inadecuadas de los niños/as?

Llamadas de atención

Los niños/as necesitan que se les preste atención y no hay nada malo en eso, es una necesidad humana. El problema surge cuando quieren que se les preste una atención excesiva, cuando piensan que solo cuando se les tienen cuenta cuando se les hace caso y esto hace que sus conductas sean persistentes y molestas para los adultos.

Y ahí es donde el adulto interviene, reorientando y motivándole hacia conductas más útiles para que se sientan tenidos en cuenta de una forma diferente.

Por ejemplo:

  1. Si están molestando permanentemente en casa a sus hermanos: se les puede asignar una tarea que les distraiga, atraiga su atención y le saque de esa conducta.
  2. Si permanentemente molesta cuando empezamos hablar por teléfono: podemos darles un reloj y decirles que nos avisen en tres minutos, probablemente se quedarán absortos mirando el reloj y contando esos tres minutos.

Luchas de poder

Todos los niños igual que los mayores quieren tener algo de poder y eso no es malo, según como se utilice. Lo malo es que ellos crean que solo se les tienen cuenta cuando mandan, ahí es cuando entra el adulto para reorientar y enseñarles a utilizarse un poco su poder de una forma útil.

Cuando hay una lucha de poder, lo mejor que pueden hacer los padres es retirarse, no enfrentarse con ellos para no contribuir a que la lucha sea cada vez mayor. Incluso se puede verbalizar: «Necesito tu ayuda hijo para que nos podamos calmar y que luego veamos cómo podemos resolver esto de una forma respetuosa para los dos».

Controlar nuestras conductas es importante para poner fin a esas situaciones de venganza.

«No puedo»

También hay niños que quieren demostrar su incapacidad para demostrar con el «no puedo» que necesitan de su atención.

En este caso se puede reconducir esta atención diciéndole al niño: «Sé que lo resolverás», «confío en ti», incluso aún cuando tenga que ayudarle un poco, al principio .

Por ejemplo:

«Yo dibujaré la mitad y tú haces la otra mitad del dibujo».

«Yo te ataré el lazo de un zapato y tú puedes hacer el lazo del otro».

Lo importante es identificar el objetivo erróneo que hay detrás de la mala conducta de nuestros hijos para poder ayudarles.

Desmotivación

Lo importante es conseguir «motivar» a nuestros hijos, ya que detrás de su mala conducta suele haber una desmotivación y esa desmotivación, viene originada por esas falsas creencias, por ese “sentir que no es tenido/a en cuenta ni es importante».

Las conductas poco apropiadas están basadas en lo que ellos creen o no de la realidad

 

Tips para cada conducta inadecuada

A continuación, algunas orientaciones y posibles pautas para reaccionar de forma eficaz ante las posibles conductas inadecuadas de los hijos. La educación positiva incluye muchas herramientas y técnicas y, por supuesto, no hay una única forma de resolver los problemas.

Muchas de las conductas inadecuadas de los hijos/as se resuelven bien en las reuniones  familiares o en una reunión privada con ellos/as, ya que en ese en ese camino se sienten tenidos en cuenta y aprenden como los padres les ayudan con respeto a buscar soluciones.

Ante la búsqueda de una atención excesiva:

  • Dé al niño o al adolescente tareas que llamen su atención
  • Hacer algo inesperado como darle un fuerte abrazo.
  • No olvidar que cada día hace falta pasar un rato especial.
  • Decirle con una sonrisa: «Estoy deseando que acabes los deberes para poder pasar un rato especial contigo».
  • No tratarle de una forma especial con más favoritismos que a los demás hijos.
  • Demostrarle que confiamos en él/ella: «Te quiero y sé que puedes hacer esto».
  • Ignorar su conducta mientras le hacemos una caricia y continuamos con nuestra conversación telefónica sin dejar que nos interrumpa.
  • Compartir momentos agradables sin dejar que los únicos momentos que compartamos sean conflictivos.
  • Hablar menos y actuar más.
  • Verbalice cada día lo mucho que le quiere.

Cuando buscan poder:

  • No entrar en luchas de poder, tranquilizarse antes de actuar.
  • Sentarnos para buscar una solución que nos sirva a los dos.
  • Ayudarles a buscar una solución.
  • Definir lo que vamos a hacer, mientras le hacemos partícipes para encontrar soluciones.
  • Pasar ratos especiales cada día.
  • Pedirles que participen en la rutinas semanales y ayudar a organizar las tareas que hagan falta.
  • Proponerle opciones limitadas.
  • Verbalizarle nuestro amor cada día.

Búsqueda de venganza:

  • Retirarse, no entrar en el círculo vicioso de la venganza.
  • Mantener la amabilidad hasta que se tranquilicen.
  • Intenta adivinar qué es lo que le ha herido y ver cómo se siente .
  • Ser honesto a la hora de expresar cómo nos sentimos
  • Ponernos en sus zapatos: «Pareces muy dolido, ¿puedes contarme que ocurrido? ¿Qué te ha hecho sentir así?
  • Buscar soluciones juntos.
  • Motivarle.
  • Verbalizar nuestro amor cada día.
  • Dedicarle un tiempo especial cada día.

Niños/as que demuestran su incapacidad

  • Enseñar de nuevas competencias y herramientas.
  • Que den el primer paso, mientras le ayudamos un poco.
  • Dar muchas oportunidades y reconoce sus avances.
  • Hablarle de que no existe la perfección.
  • Resaltar los aspectos positivos.
  • Verbalizar nuestro amor cada día.
  • Dedicarle un tiempo especial cada día.

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