La comunicación en familia permite a todos sus miembros opinar, crecer, desarrollarse, madurar, resolver conflictos… Por eso, siempre recomiendo a los padres en consulta que apuesten por las reuniones o también conocidas como ‘asambleas familiares’ en las que poner sobre la mesa todas las cuestiones del hogar.
Por eso en el post de hoy quiero hablaros de su importancia y de cómo podemos introducir estas reuniones en nuestra vida cotidiana. Para ello, vamos a partir de un ejemplo con el que cualquier familia podría sentirse identificado.
Cuando Elena y Raúl se casaron, cada uno tenía tres hijos de su anterior matrimonio que abarcaban edades desde los 5 hasta los 15 años.
Cada día Elena llegaba a casa, impaciente después del trabajo de ver a los niños. Sin embargo, cada vez que entraba no podía evitar fijarse en el gran desorden que había en casa con tantos niños. Libros, zapatos y abrigos por todas partes, vasos de leche y galletas en la mesa, juguetes esparcidos por toda la casa…
Estaba cansada de repetir: «¡Sabéis cuánto me disgusta que esto esté tan desordenado! ¿podríais por favor recoger vuestras cosas?» Por tanto, decidió incluirlo como uno de los puntos de la reunión semanal de toda la familia.
En el momento de la reunión, Elena les planteó que sabía que a ellos no les importaba que la casa estuviera desordenada y ella no les juzgaba ni les acusaba de nada, pero que quería que entre todos aportarán una solución a lo que ella consideraba un problema. A los niños se les ocurrió hacer lo que llamaron ‘caja de seguridad’. Es decir, una gran caja de cartón que dejaría en el garaje.
La norma sería que cualquiera que dejara algo fuera de su habitación desordenado en el salón, en la cocina o en las zonas comunes podría llevarlo a la caja de seguridad al garaje. Los objetos tendrían que quedarse en la caja durante una semana, antes de que los pudieran recoger. ¡Funcionó de maravilla! Volvió a haber orden en la casa y la caja de seguridad estaba siempre repleta de cosas.
Eso sí hubo algunos problemas por el camino. Por ejemplo al niño de 12 años se le olvidó esto y llego tarde al colegio porque no encontraba sus zapatillas de deporte y tuvo que coger otras. Al de 14 años se le olvidó el cuaderno y tuvo que coger los apuntes en folios porque no podía recogerlo hasta pasada una semana. Mientras que la niño de 8 años perdió su abrigo, que acabó en la caja de seguridad y tuvo que ir al cole con tres jerseys durante dos días hasta que pudo recuperar su abrigo que nunca más volvió a dejar fuera de su sitio. Los padres no estuvieron exentos, Raúl perdió varias corbatas. Lo que más les llamó la atención es que es mucho más fácil ver el desorden de los demás que el nuestro propio.
¿Por qué funcionan las reuniones familiares?
- Porque se plantean los problemas y los niños aportan soluciones.
- Porque los padres no asumen la responsabilidad de tener que tomar la decisión ante un problema sino que se asume entre todos.
- Porque son los hijos los que se encargan de que se cumplan las reglas junto con los padres.
- Porque las normas afectan a toda la familia, incluidos a los padres. Y es que en ocasiones, los padres evitan muchos conflictos cuando incluyen los problemas en la reunión familiar para resolverlos entre todos y los niños tienen la oportunidad de desarrollar competencias muy importantes.
- Porque los hijos desarrollan competencias en las reuniones familiares como sentirse capaces, contribuir al bienestar de la familia y sentir que son responsables del establecimiento de los límites y las consecuencias en el día día.
- Ayudan a aumentar la colaboración entre todos.
- Fomentan el sentido de unidad.
- Fortalecen los valores y las tradiciones de la familia.
Por supuesto la intervención de los padres como moderadores es muy importante.
¿Cómo deben ser la reuniones familiares?
- Deben ser un día a la semana siempre el mismo y a la misma hora. Y nada debería interferir con ella. Los padres deberíamos dar ejemplo desenchufando los teléfonos y desconectando la tele. Al final todos estarán deseando que llegue ese día y esa hora.
- Las decisiones se deben tomar por consenso si no está toda la familia de acuerdo, se debería esperar a la siguiente reunión para que cada uno reflexione y se le ocurran nuevas ideas. Las votaciones dividen a la familia a la hora de tomar soluciones.
- La reuniones deben revisar todas las actividades de la semana siguiente para coordinar y tener un calendario que todo el mundo conozca. Clases, actividades, deportes, citas médicas…
- No se deben terminar sin una actividad divertida entre todos, programada para la semana siguiente.
- Y al acabar, sería bueno hacer algo todos juntos. Como por ejemplo, hacer unas palomitas, un postre, preparar entre todos la cena…
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