Los problemas de rendimiento escolar pueden estar influenciados por múltiples factores, pero si hay algo que perjudica seriamente son la ansiedad y el estrés. ¿Quieres saber por qué? y ¿Cómo evitarlos?
¿Podemos saber si un niño va a tener un buen rendimiento escolar?
La educación emocional desde que los niños son pequeños debe continuar mientras siguen creciendo y en las diferentes etapas educativas, ya que es un buen predictor de una buena salud emocional, de buenas habilidades sociales y de un buen rendimiento académico.
Para conseguir un buen rendimiento escolar y obtener el máximo desarrollo de las habilidades de cada estudiante es fundamental mantener una buena salud emocional. Una inteligencia emocional bien trabajada y bien desarrollada desde la infancia nos ayuda a conseguir un mejor rendimiento y mejores objetivos en un futuro.
Muchos jóvenes estudian formación profesional o incluso van a la Universidad para conseguir un «título». Un título que les permite trabajar en lo que quieren; pero curiosamente en el mundo laboral para poder desenvolverse bien es muy importante tener un bagaje en competencias emocionales que les permitan adaptarse y diferenciarse del resto de personas.
¿Qué es necesario para que un niño/adolescente tenga un buen rendimiento académico ?
Los niños y adolescente se encuentran en etapas complejas en las que para poder adquirir las habilidades cognitivas necesarias, según su edad, es necesario que a su vez vayan adquiriendo equilibrio en otros aspectos de su vida como son:
- Salud física : para lo cual es fundamental la práctica del deporte, ejercicio físico, una buena alimentación, y horas suficientes de descanso.
- Desarrollo social: para poder desarrollarse de forma adaptativa con sus amigos y compañeros, lo cual exige un aprendizaje de sus habilidades sociales.
- Un aprendizaje de competencias emocionales
- Desarrollo moral y ético en el que aprendan valores
El aprendizaje emocional va muy relacionado con las habilidades sociales básicamente con la empatía y el aprendizaje de valores.
¿Qué hay detrás de los problemas de rendimiento o fracaso escolar?
Cuando aparecen problemas en el aprendizaje, la concentración , la atención , el rendimiento, cuando aparece el abandono o el fracaso escolar, el bloqueo ante exámenes o ante retos académicos, tenemos que ver que hay detrás de todo eso.
Tenemos que ver cómo están todos los pilares que deben ir desarrollándose junto a las habilidades cognitivas o los conocimientos.
Los padres no deben focalizar su atención únicamente en las notas, porque todos los demás pilares de los que hemos hablado son fundamentales en el desarrollo del niño y del adolescente.
Si esos pilares no se trabajan, no puede haber buen rendimiento académico.
¿Cómo se puede trabajar el estrés y la ansiedad en el niño o adolescente para mejorar el rendimiento académico?
El estrés o la ansiedad son situaciones emocionales que van a aparecer en el niño en algún momento de su vida, de forma inevitable.
Y muchas veces surgen para quedarse .
Tanto el estrés como la ansiedad bloquean el aprendizaje e impiden el acceso a la memoria. Otras emociones como la ira, la rabia, el enfado, la cólera, o la tristeza van aparecer también de forma inevitable y pueden frenar y dificultar el aprendizaje, la concentración y el rendimiento.
Sin embargo, las emociones como la calma, la serenidad, el bienestar, la compasión, el cariño, el amor, la dulzura, la plenitud, o el equilibrio contribuyen a facilitar el aprendizaje. Richard Davidson, uno de los mayores expertos en neurociencia, tiene evidencias científicas al respecto. Ya que hay determinadas emociones que producen y estimulan nuevas conexiones neuronales en el cerebro, que a su vez favorecen el aprendizaje.
Sin embargo, muchas de ellas implican un proceso para llegar a conseguirlas. No surgen espontáneamente.
Estos estados se consiguen con un proceso de entrenamiento, con trabajo y con aprendizaje.
Este camino muchas veces NO es fácil y se debe llevar a cabo con ayuda para saber como realizarlo.
Por eso, los protocolos que imparto para mejorar la motivación, la atención, el aprendizaje, y el rendimiento escolar, no se basan sólo en el aprendizaje de técnicas de estudio.
El trabajo de las barreras emocionales es fundamental para que el niño/adolescente desarrolle esas otras emociones que le va a permitir sacar lo mejor de sí mismo.
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