Nervios, preocupación, miedos, estrés, ansiedad… Los adultos, en muchas ocasiones, estamos sometidos a un gran presión en el trabajo, a querer llegar a todo… Y todas esas emociones las solemos trasladar a los hijos.
En las últimas semanas, la ansiedad social ha calado en los hogares de miles de familias. La incertidumbre ante la vuelta al cole, la escasez de información, el miedo al virus, cómo van a ser las relaciones con los amigos a partir de ahora…. Demasiados frentes abiertos con los que no podemos evitar angustiarnos. Además, si ya eras un padre o madre con cierta ansiedad social antes del confinamiento, ésta se ha podido agudizar.
Si los padres lidian con su ansiedad, sus hijos también lo harán
Como padres intentamos disimular ante nuestros hijos nuestras preocupaciones o miedos pero… ¿realmente crees que ellos no lo notan? No expresarlo en palabras, no significa que los niños no lo noten. Lo hacemos con un exceso de críticas, con menos demostraciones de cariño o siendo menos cálidos, dudando de ellos o incluso gritándoles. Y es que ellos captan constantemente tus emociones.
Ten en cuenta, que nuestros hijos reciben la información de como lidiar con la incertidumbre o con las situaciones difíciles a través de tu forma de reaccionar ante ellas. Por ejemplo, si reaccionamos con miedo a la ansiedad, el niño vivirá esa situación como un peligro y todo eso le creará una gran inseguridad.
Sin embargo, debemos ser conscientes que gestionar la ansiedad social no es una tarea fácil. Por tanto, no debemos quedarnos con la culpa sino hacer un análisis y aceptar que es inevitable pasarle nuestra ansiedad, pero que debemos aprender a manejar esa emoción lo antes posible y, que quizás, es necesario pedir ayuda para ello.
Si aceptamos ese estado emocional que estamos atravesando, estaremos dando un gran paso hacia la resolución de un conflicto emocional. Aprender a tolerar el estrés, tomando distancia para observar tu propia ansiedad y de esa forma dejarla ir, es enseñar a nuestros hijos las claves, para conseguir una respuesta calmada frente a estas emociones.
Cómo enseñar a gestionar la ansiedad social a tus hijos
Gestionar emociones tan intensas, como puede ser la ansiedad, conlleva, sin duda, un aprendizaje. Por eso hoy te quiero ofrecer algunos consejos para enseñar a tus hijos como gestionas tu ansiedad y darles las herramientas a ellos para que también lo hagan.
- Habla de tu ansiedad con tus hijos, que ellos vean cómo la expresas, como la reconoces. como la toleras . Es importante que vean que no la ignoras. De esta forma entenderán también las posibles reacciones exageradas que a veces podemos tener con ellos.
- Habla con ellos del estrés, de las preocupaciones… que generan esa ansiedad, de esa forma les darás permiso a ellos para reconocer también sus preocupaciones.
- No es bueno ocultarles la información. Creemos que les protegemos y les estamos dando el siguiente mensaje: “Vosotros no os podéis permitir ciertas emociones porque no sabéis manejarlas”. Sé sincero con ellos, en la medida de lo posible y háblales con claridad.
- Haz un plan y a ser posible compártelo con ellos. Lógicamente no podemos hacerles responsables de cómo tenemos que manejar nuestra ansiedad pero que ellos sepan cómo vas a lidiar con tu ansiedad. Dales información acerca de cómo se puede tolerar y manejar.
- Aprende a retirarte a tiempo para no transmitir a tus hijos que la situación te desborda y te maneja, es decir, te controla. Retírate para gestionarlo, de lo contrario, entenderán que la situación que te preocupa es una situación de peligro para ellos y les creará estrés e inseguridad.
- Busca apoyo. Tal vez no puedas solo y quieras apoyarte en amigos, pareja o psicólogo. Muchas veces los nuevos retos exigen nuevas estrategias.
- Observa si aparecen señales de alarma en tus hijos, que vayan más allá de las preocupaciones lógicas del momento. Fomenta la comunicación con ellos.
- Intentemos vivir esta etapa como una circunstancia más en la vida a la que nos adaptaremos, buscando soluciones a los problemas que vayan surgiendo.
- Apoya, sobre todo, a los más pequeños. explicando los nuevos cambios y buscando el lado positivo porque siempre lo hay. Hazles conscientes de las precauciones que son necesarias y háblales en un lenguaje claro.
- Atento a tus hijos. Si te demandan más atención de lo habitual, puede ser una muestra de que ellos también tengan estrés y ansiedad.
- Organiza nuevas rutinas y nuevos horarios, eso ayuda mucho y tranquiliza a todos los miembros de la familia.
No es fácil el recorrido, requiere autocontrol y mucho aprendizaje, por tanto, si es necesario, no lo dudes, busca ayuda de un profesional que te ayude a gestionar con tus hijos esas emociones.
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